¿Quién es el Espíritu Santo?
La pregunta en torno a definir el concepto de Espíritu Santo, ha dado mucho sobre qué hablar en lo que respecta al campo de la religión y particularmente todo aquello que esté vinculado con el cristianismo. En ese orden de ideas, resulta clave trabajar en esta noción para que así se pueda introducir un poco más a los creyentes en las palabras que la Biblia indica.
Teniendo cuenta lo anterior, saber en verdad quién es el Espíritu Santo, es una tarea o un proceso por el que cada una de las distintas personas que se han declarado como creyentes y fieles seguidores del cristianismo habrían de enfrentar alguna vez en sus vidas.
¿Quién es el Espíritu Santo?
Tal y como se puede intuir, son muchos los conceptos errados en torno a la identidad del espíritu santo, motivo por el cual siempre resulta conveniente realizar un breve repaso a esta figura religiosa, con el objetivo de evitar que se continúen extendiendo ideas que no son ciertas.
Sobre lo anterior, se resalta el hecho que algunas personas ven en el espíritu Santo una especie de fuerza mística, otras lo entienden como un poder de carácter impersonal que Dios ha puesto a disposición de los seguidores de Cristo.
De todos modos, ¿Qué dice la Biblia respecto a la identidad del espíritu Santo? Para hacerlo un poco más sencillo y corto, la Biblia dice que el Espíritu Santo es Dios. Además de lo anterior, la guerrilla también dice que el Espíritu Santo es una persona, un Ser con emociones, mente y voluntad.
En varias partes de las escrituras se anota que es Espíritu Santo es claramente una persona, como por ejemplo en el libro de Hechos. Por otro lado, en el libro de Salmos se resalta que es un ser omnipresente y en Corintios se habla de su capacidad de omnisciencia.
Ahora bien, hay que ser claros en cuanto al concepto de la Santísima Trinidad, ya que sólo existe un único Dios verdadero, pero en Él hay tres figuras distintas, las cuales son, Dios Padre, Espíritu Santo y Jesucristo. Allí es donde radica el misterio de la Santísima Trinidad, una prueba de fe para la humanidad.
En conclusión, conviene dedicar una parte del tiempo religioso al estudio de esta clase de conceptos, ya que así se puede conocer un poco más sobre lo que se tiene fe y por ende reforzar en lo que se cree.