Qué hace el metamizol sódico
Bastante potente y con diferentes acciones en el organismo, el metamizol sódico es un medicamento de uso popular que se especializa en el manejo del dolor que va de moderado a severo y en el control de los estados febriles. Analgésico, antipirético,
antiespasmódico y antiinflamatorio, se trata de un derivado de la pirazolona que, por lo mismo, cuenta con la facultad de inhibir la síntesis de prostaglandinas.
Así las cosas, para tener pleno conocimiento sobre qué hace el metamizol sódico, es pertinente tener en cuenta que se trata de un analgésico de mayor alcance que el paracetamol, capaz de relajar la musculatura lisa y especialmente eficaz en el tratamiento de los dolores tipo cólico.
Mecanismo de acción del metamizol sódico
En cualquiera de sus dos presentaciones, es decir, en sales de sodio o en sales de manganeso, el mecanismo de acción del metamizol al igual que el de otras pirazolonas, se establece como ya se indicaba inicialmente, en la inhibición de la síntesis de las prostaglandinas, las cuales corresponden a una serie de sustancias de carácter lípido que intervienen en la respuesta inflamatoria, en la regulación de la temperatura corporal y en la provocación de la contracción de la musculatura lisa, siendo esta la razón por la que este fármaco logra reducir la inflamación, la fiebre y el dolor.
También conocido como dipirona, su presentación farmacológica incluye desde el jarabe de metamizol sódico hasta comprimidos, supositorios y soluciones inyectables. Las dosis varían de acuerdo a la edad y al peso, de manera que es fundamental contar siempre con la orientación de un profesional para establecerlas.
Principales usos
Entre los alcances de este fármaco, sobresale la fuerte acción para tratar dolores postquirúrgicos, dolencias asociadas a enfermedades crónicas como el cáncer, dolores por traumatismos, de origen dental y tumoral, al igual que dolores de cabeza. Es una alternativa idónea para hacerse cargo de estados febriles y de cólicos tanto gastrointestinales como del tracto biliar y urinario.
Siempre y cuando se emplea la dosis pertinente, los efectos más representativos se concentran en dolor en el área de aplicación de la solución inyectables y quizás un poco de comezón. En casos aislados, pueden darse reacciones cutáneas importantes, ataques de asma, conjuntivitis e irritación de la mucosa que hace parte del tracto respiratorio, lo que ratifica lo indispensable de no automedicarse y de siempre tener en cuenta el criterio médico para exponerse innecesariamente a peligros.