¿Por qué tengo las plaquetas bajas?
Ya sea porque te lo ha diagnosticado un médico cualificado o porque simplemente lo intuyes a través de ciertos síntomas que tú mismo identificaste, es normal preguntarse la razón para la cual se tienen las plaquetas bajas.
Pues bien, antes de abordar ese tema hay que explicar adecuadamente qué son los trombocitos o plaquetas, de manera que puedas entender correctamente cuáles son sus funciones el organismo y lo que representa que se encuentren bajas.
¿Qué son las plaquetas?
Se trata de una serie de células las cuales son producidas en la médula ósea, cuya principal función está presente dentro del proceso de coagulación de la sangre.
Cuando se tienen las plaquetas bajas, se debe a que los niveles de éstas oscilan en números menores a 150.000 mm3 en la sangre. A esta patología se le conoce como comotrombocitopenia. Se trata de una afección potencialmente grave, puesto que con ella se pueden desencadenar hemorragias internas, además de que puede resultar más difícil de lo usual la sanación de heridas.
De acuerdo a lo estipulado por la ciencia médica, las plaquetas poseen un valor normal cuando este se sitúa entre 400.000 y 150.000 mm3 en la sangre. En los casos en que estos valores son menores a 50.000 mm3, si bien se consideran peligrosos dado que aumentan considerablemente las posibilidades de sufrir una hemorragia, son más fáciles de tratar. Por otra parte, aquellos casos en que los valores están ubicados entre 20.000 y 10.000 mm3, son los más graves de todos, ya que existe un alto riesgo de que se genere una hemorragia espontánea, trastorno que puede ser mortal si no se trata con la debida urgencia.
Plaquetas bajas
Con todo lo anterior aclarado, hay que decir que son múltiples las afecciones que cuentan con un número de plaquetas bajas dentro de sus síntomas. Las razones pueden variar desde una producción anormalmente baja por parte de la médula ósea hasta la presencia de una enfermedad que se encargue de destruir las plaquetas dentro del organismo.
Entre las patologías más comúnes se pueden mencionar la cirrosis, anemia aplásica, síndrome mielodisplásico, dengue, leucemia, hepatitis C, mononeuclosis y VIH. Sin embargo, también puede ser un síntoma de consumir alcohol en exceso, déficit de vitamina B12 o ácido fólico, e incluso de un embarazo, desapareciendo tras dar a luz en este último caso.