La importancia de la gratitud
Bien sabemos que la vida en ocasiones puede volverse sumamente complicada, sin embargo la importancia de la gratitud sale a la luz una y otra vez para recordarnos la fundamental que es el trabajo espiritual pues ciertamente solo a partir de allí es que podemos traer a nuestro existir la humildad precisa para regocijarnos con cada pequeño detalle y motivarnos a salir adelante.
Evidentemente no es un camino sencillo ya que nos hemos acostumbrado a pensar que las cosas suceden porque así debe ser, pero ese sencillo análisis que surge cuando alguien toma la iniciativa de hacerse consciente de todo lo bueno que le rodea es determinante para disponer de una existencia más plena y evidentemente positiva desde todos los ángulos.
Beneficios de la gratitud
La emoción espiritual de gratitud es algo que se debe trabajar desde el fondo del ser pues inicialmente suele manifestarse de manera muy superficial y solo una vez que se interioriza es cuando supera las palabras y se vive en el corazón, por consiguiente, disfrutar de los grandes frutos que arroja es algo que lleva tiempo y ante todo constancia, veamos entonces algunos aspectos importantes que surgen a partir de este sentimiento.
- Genera bienestar: la transformación que produce la gratitud se revela en percepciones positivas que influyen enormemente en las relaciones personales y hasta en la propia salud pues la serenidad que se desencadena es una gran propulsora de aquello de sentirse bien tanto por dentro como por fuera.
- Permite una conexión espiritual: bien sea mediante la mejor oracion de la mañana o cualquier otro tipo de diálogo interno que tome como base esta sensación, se genera una energía bastante potente que mueve las fibras necesarias para saberse más liviano y fuerte en un mundo cada vez más anclado a quejarse todo el tiempo.
- Actitud positiva: al hablar sobre la gratitud nos referimos también a esas emociones positivas tan únicas que pueden centrarnos verdaderamente en la frecuencia de la plenitud.
La virtud de la gratitud
Popularmente se suele decir que solo las personas verdaderamente evolucionadas son quienes realmente viven esta virtud, pero tal y como hemos intentado mostrar, quien realmente se proponga profundizar en su espiritualidad hasta desarrollar lo que también puede ser un hábito puede lograrlo y para ello nada mejor que un guía que nos sirva de ejemplo y apoyo.
En conclusión, el reconocimiento y agradecimiento de lo bueno solo puede dar a partir de este sentimiento que invita a la justicia y que se hace tan imprescindible en nuestra sociedad.