Salud

La espelta y la historia de su expansión

La espelta (Triticum spelta) es un grano antiguo que no debe confundirse con el trigo panificable (Triticum sativum), el centeno, la cebada o incluso la avena. Es un miembro de la misma familia de granos, pero es una especie completamente diferente y tiene ciertas propiedades que la hacen en muchos aspectos bastante diferentes.

Después de haber perdido el favor como grano para el cultivo en el siglo XIX a raíz del rápido desarrollo de las técnicas agrícolas modernas, la espelta está disfrutando actualmente de un resurgimiento de la popularidad a medida que se conoce más ampliamente la información sobre su valor como fuente de alimento y su capacidad para ser tolerada por muchas personas con sensibilidad al trigo.

Historia de la espelta

La espelta tiene aproximadamente 9000 años de antigüedad. Hay evidencia de que fue cultivada por antiguas civilizaciones tanto en Europa como en el Medio Oriente hace miles de años. Se menciona en el Antiguo Testamento y en varios textos romanos. Se han encontrado granos de espelta carbonatados en toda Europa, incluida Gran Bretaña, en muchas excavaciones de la Edad de Piedra.

Su popularidad permaneció extendida, especialmente en Europa del Este, hasta finales del siglo XIX. Los registros alemanes de una región, fechados en 1850, mostraban que el 94 por ciento de la superficie de cereales producía espelta y sólo el 5% producía trigo panificable. La rápida caída en favor de la espelta se reflejó en el rápido desarrollo de la agricultura moderna.

Una vez que se introdujeron cosechadoras combinadas que podían cosechar el trigo panificable común en un solo proceso, ya no habría sido tan atractivo para los agricultores seguir cultivando espelta. Esto se debe a que, a diferencia del trigo blando, cada grano de espelta está cubierto por una dura cáscara exterior que es necesario retirar en un proceso posterior antes de que el grano se pueda moler para convertirlo en harina.

Expansión

Afortunadamente la espelta no se perdió del todo para la humanidad y a mediados de 1980 fue redescubierta en Europa y desde entonces ha experimentado un gran resurgimiento en muchas partes del mundo.

Sin embargo, para que esto ocurriera, fue necesario introducir en la cadena de producción de la harina maquinaria especial que pudiera descascarillar los granos de espelta individuales en cantidades comerciales.

No obstante, en esta etapa, los que tomaron la delantera en este renacimiento se dieron cuenta de que el tiempo y el costo de tener que hacer esto era mucho mayor que las ventajas para los agricultores y los consumidores de resucitar este antiguo grano.