La caspa: un problema muy común pero con distintas causas
Aunque pueda parecer difícil de creer, el 50% de las personas a nivel mundial sufre de un problema en común, la caspa, o por lo menos han tenido que lidiar con ella en algún momento de sus vidas.
Realmente se trata de un acortamiento del proceso normal de renovación de nuestro cuero cabelludo, produciendo la descamación de piel en esa área.
En este sentido, las “escamas” que vemos caer sobre nuestros hombros o mezcladas con el cabello, son simplemente la piel muerta que se desprende cuando las células se van renovando.
No obstante, este padecimiento también conocido como pitiriasis, puede presentarse en dos distintos niveles según los tipos de caspa y sus causas.
Tipos de caspa y sus síntomas
Entre los tipos de pitiriasis que existen y sus síntomas, la más simple es la caspa seca, donde las escamas que se desprenden son blancas o grises.
Asimismo, como carecen de humedad y son más finas, no se adhieren al cuero cabelludo, por ende, se caen con mayor facilidad al peinarse.
Por otra parte, la caspa grasa es mucho más gruesa y pegajosa. Es amarilla y se describe como un caso leve de la dermatitis seborreica.
Al adherirse a la piel de la cabeza, también genera comezón e irritación, sin mencionar lo molesto que es retirar las escamas del cabello.
Causas más resaltantes de la pitiriasis
Las causas de la caspa están ligadas a los cambios hormonales, por eso es normal que aparezca en la adolescencia.
De igual manera, también responde a diversos factores como el estrés, la ansiedad, cansancio o sensibilidad a ciertos productos.
Y es que todo ello incide en la proliferación de un hongo denominado Malassezia, un microorganismo que se nutre de la grasa en el cuero cabelludo.
Este tipo de levadura lo tienen todas las personas y al crecer descontroladamente, incrementa el ritmo de renovación de la piel en esa zona.