¿Cuáles son los poderes de el Arcángel San Miguel?
El equilibrio del universo ha consistido siempre en una lucha interminable entre las fuerzas del bien contra las fuerzas del mal, que se manifiestan bajo las ínfulas de falsos dioses, el diablo también llamado príncipe de las tinieblas y otras fuerzas propagadas por los esbirros del demonio. Es el arcángel San Miguel figura principal y líder de estas fuerzas de luz benignas que luchan contra el mal, considerado como príncipe celestial, o capitán de los ejércitos de Dios.
El Arcángel San Miguel, siervo de Dios, es incondicional siempre al señor y es principal enemigo del diablo, no actúa bajo sus propios instintos, todo lo hace siempre bajo los designios de Dios. No duda en empuñar su espada contra Lucifer y expulsarlo una y cien veces de los caminos de la humanidad.
La grandeza del poder de el Arcángel San Miguel
Tiene la capacidad y fue designado por Dios para medir sobre una balanza con tal equilibrio las almas de las personas en las puertas del cielo, la justicia lo caracteriza totalmente y da la oportunidad a estas almas de redimirse antes de partir al cielo o al infierno.
Se enfrenta mano a mano a Satanás, ya que Dios le ha enviado para esta importante lucha y cumple a cabalidad con su labor. Se espera que el día del juicio final toque la trompeta donde anunciara la protección a los inocentes y el ajusticiamiento a la maldad.
Atributos de San Miguel Arcángel
- Posee una espada que representa la fuerza de la luz y con la que reivindica la paz sobre el mundo.
- Su escudo sin lugar a dudas la protección sobre toda la humanidad.
- Quien no se encuentre libre de pensamiento, palabra, obra y omisión no podrá entrar a las puertas del cielo, y las llaves de estas, que él posee, serán utilizadas para cerrar su entrada al paraíso.
- El Arcángel San Miguel insta a todos los creyentes a vestirse con su armadura y cobijarse en su manto que nos libra de las energías que el mal esparce sobre la tierra.
Oración
Con tu espada lucha contra mis males
Con tu escudo protege a mi alma
Con tu capa resguárdame del peligro
Ábreme hoy y siempre las puertas de la bondad
Y libérame de las cadenas de la esclavitud de la espiritualidad
Vísteme con tu armadura inquebrantable
Para rechazar y esquivar las tentaciones es que día a día
El demonio pone en mi camino.