Cultura

Comidas impresionantes de Madrid – España

Calamares encebollados

Esta preparación no puede ni debe dejarse de lado al hablar de los platos estrella de los bares de Madrid.

El bocadillo de calamares o los calamares encebollados constituyen una de las recetas más conocidas, bien sea en guiso o fritos.

Cocido madrileño

Es uno de los platos más tradicionales de Madrid, especialmente durante las fiestas de San Isidro. Representa una de las preparaciones más consumidas durante el invierno, en celebraciones o festividades de cualquier momento del año. Incluye distintos tipos de carne, legumbres y verduras y requiere de un poco de paciencia para su cocción.

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Tortilla de papas

Quizás una de las cosas más típicas de San Isidro es comer una buena tortilla de patatas en la Pradera al lado de Manzanares. Generalmente se prepara en casa y puede llevarse para comer junto al río. Algunos usan como ingrediente clave un toque de Avecrem.

Rosquilla casera

Las rosquillas de San Isidro no podrían faltar en la lista de platos típicos de Madrid. Son de dos tipos y tienen nombres bastante curiosos. Hay unas que se conocen como “las listas” que son recubiertas de azúcar con un agujero en el centro y están las que no tienen ni azúcar ni agujero y reciben el nombre de “las tontas”.

Se consiguen en muchas tiendas de esta ciudad capitalina y también pueden ser preparadas en casa. Existen diversas variaciones dulces de esta receta y en algunos casos se les agrega algo de aroma de naranja o de algún licor dulce.

Huevos estrellados.

Es uno de los platos típicos de Madrid más fáciles y sencillos de preparar. Para ello se fríen las patatas y se  ponen a escurrir para retirar el exceso de aceite. Luego se colocan en un sartén los huevos con las patatas y trozos de jamón, removiendo constantemente hasta que cuaje. El jamón puede sustituirse por cualquier otro ingrediente de su preferencia, como por ejemplo chorizo, setas o espárragos.

Sopas de ajo

Las sopas de ajo son uno de los platos más tradicionales de la gastronomía madrileña y castellana. Consiste en una sopa con ajos fileteados que debe saltearse en una cazuela con aceite hasta dorar y añadiendo algunos trozos de jamón. Después de revolver los ingredientes se añaden rebanadas de pan duro al que se le dan unas vueltas. Una vez que la cazuela se retira del fuego debe espolvorearse la preparación con pimentón tanto dulce como picante, según sea del gusto de los comensales.