Bienaventuranzas, un camino hacia la felicidad
De acuerdo al catecismo de la iglesia católica, las bienaventuranzas hacen parte fundamental de la predicación de Jesús pues corresponden ciertamente a un conjunto de preceptos que se traducen en el camino hacia la felicidad. Así pues, se trata de una agrupación de acciones y actitudes que al ser propias de la vida cristiana consiguen proporcionarle a los fieles los medios precisos para comprender una de las grandes enseñanzas de Cristo que de hecho es la que mayor bienestar puede generar: «la felicidad se encuentra en el amar y ser amado».
Al constituirse como un camino asegurado para llegar al cielo, descubrir que son las bienaventuranzas y la mejor forma de aplicarlas en la vida diaria es por defecto la mejor opción que tienen aquellos que se declaran desde lo más profundo de su corazón hijos de Dios.
Las 9 bienaventuranzas son fuente de prosperidad
De acuerdo a lo plasmado en el mítico Sermón del Monte, un pasaje de la Santa Biblia que es posible encontrar en los evangelios de San Mateo, para buscar la verdadera felicidad es preciso aceptar que el anhelo de estar junto al Todopoderoso implica esfuerzo y ante todo poner en práctica lo siguiente.
- Bienaventurados los pobres, porque de ellos es el reino de Dios
- Bienaventurados los mansos, porque ellos poseerán la tierra.
- Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados.
- Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados.
- Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.
- Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.
- Bienaventurados los pacíficos, porque ellos serán llamados hijos de Dios.
- Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos.
- Bienaventurados seréis cuando por causa mía, os insulten y digan toda clase de calumnias contra ustedes, alégrense y regocíjense, porque su recompensa será grande en los cielos.
Las bienaventuranzas expresan la vocación de los fieles
Entendidas como el núcleo de la felicidad prometida por Jesucristo, las bienaventuranzas revelan la posibilidad de alcanzar bendiciones y recompensas al elegir su ejemplo de caridad y amor incondicional. Por supuesto es normal que se haga un poco complejo entender en la época actual los motivos por los que podría ser bueno pasar algunas necesidades o malestares, pero lo cierto es que si reflexionamos este precioso texto no desde la razón sino desde la humildad del corazón será bastante simple asimilar estas enseñanzas e incluso compartirlas.